Scott H. Biram es uno de esos artistas difíciles de catalogar, su música está llena de sonidos. Te puede recordar al Johnny Cash más arrepentido y espiritual, pero también evoca a los viejos bluesman del Delta y en ocasiones a una banda de garaje punk. La realidad es que Scott está solo, aunque tenga muchas caras y parezca un ejército: está solo con una guitarra de más de cincuenta años, un micro viejo y algunos pedales. Con esos elementos produce una música que combina el blues oscuro del Mississippí con el country forajido de Nashville, rock guitarrero y una capa punk sobre ello en canciones que hablan de dios y del diablo, del pecado y la redención, de la vida y la muerte.
La carrera de Biram se ha curtido en la carretera y en los tugurios de media América, unos viajes que han dotado a su música de historias, de personajes y de una sensación de autenticidad, de conocer la América profunda y real que muchas veces queda fuera de la mayoría de retratos musicales, más amables y sentimentales. Con más de 200 actuaciones al año y reiteradas visitas a Europa, Biram se ha ido consolidando gracias a un directo tan solitario como inolvidable, repleto de rabia, de fuerza, de entrega. El músico asegura que toca solo para poder pagar las facturas y para evitar el politiqueo de la convivencia en una banda. La realidad es que el público se ha rendido a un músico que en 2012 recibía el galardón al mejor disco de blues de los premios de la música independiente.
Un músico que no llenará pabellones o grandes salas pero que solo se basta para llenar un escenario y para sobrevivir a un choque frontal contra un camión de 18 ruedas y que todavía en silla de ruedas regresó a las tablas.
Como es habitual, el precio de las entradas para el concierto es de 12 €, en venta anticipada, y 15 € en taquilla, el día del mismo. Las entradas estarán a la venta en los lugares habituales: en Gijón, en la recepción del Casino de Asturias, el Honky Tonk Bar y Librería Paradiso, y en Oviedo, en el Rocket Rock Club.